sábado, 5 de enero de 2008

Bryan Singer. De Marvel a D.C.





El regreso a la gran pantalla del hombre de acero ha traído consigo otro esperado retorno, el de Bryan Singer, director estadounidense que, tras haber trasladado al celuloide la saga de los X-Men, se ha perfilado, junto a Tim Burton y Sam Raimi, como uno de los mejores directores de cine sobre superhéroes .

Nacido en Nueva York el 17 de septiembre de 1965, el realizador Bryan Singer creció en Nueva Jersey y realizó sus estudios de Dirección Cinematográfica en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York, y después en la Escuela de Cine y Televisión de la Universidad del Sur de California (Los Ángeles). Tras graduarse dirigió el corto Lion’s Den, y en 1993 dirigió el largometraje Public Access, con el que ganó el gran premio del jurado del Festival de Sundance. En 1995 realizó la película que le lanzaría definitivamente al estrellato y con la que se ganó las simpatías de crítica y público: Sospechosos habituales, una densa y apabullante intriga que, pese a sus trampas de guión, renovó el cine negro actual y ganó varios premios Bafta, así como los Oscars al mejor guión original y al mejor actor secundario (Kevin Spacey). Tras dirigir Verano de corrupción, película de intriga basada en una novela de Stephen King que habla sobre la fascinación que la parafernalia nazi puede ejercer sobre los adolescentes, Singer se acercó a la Marvel para dirigir X-Men, pero debido a que no era fan de los cómics y desconocía a los personajes rechazó inicialmente la oferta; un amigo, gran fan de la saga de los mutantes, le convenció para que no dejara escapar la oportunidad, y tras leer los cómics y familiarizarse con los personajes, Singer aceptó el reto. Criado en un hogar judío, y declaradamente homosexual, Bryan Singer supo captar en ambas partes de la saga X-Men el trasfondo antirracista y la beligerancia contra la marginación que exhala la fuente original. A mediados del 2004, en plenas negociaciones para ocuparse de X-Men 3, le llegó la oportunidad de dirigir Superman returns. Tal y como confesó el director: “Fue una decisión extremadamente difícil para mí, porque pasé 6 años en el universo de los X-Men. Estoy orgulloso de los filmes y el trabajo que hice con el equipo y los actores, lo que sucede es que crecí como un gran fanático de Superman, desde chico con la serie de televisión de George Reeves, hasta el filme de Richard Donner”. Dejar Marvel para engrosar la nómina de la factoría D.C y a la inversa, constituía hasta entonces un cambio de rumbo profesional en el que sólo se veían implicados dibujantes y guionistas de cómic. B. Singer, con el abandono de la franquicia mutante para dirigir Superman returns, ha sentado precedente, y ostenta el “honor” de ser el primer cineasta que renuncia a una de las “majors” del cómic estadounidense para irse a la competencia; este hecho es una muestra significativa (una más) de la creciente y mutua permeabilidad entre el cómic y cine.

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