viernes, 17 de septiembre de 2010

Clooney, a quemarropa.


El protagonista de El Americano, el nuevo film del director de Control (el biopic sobre el cantante de Joy Division), está a medio camino entre el ascetismo profesional de Le Samourai (Jean-Pierre Melville), A quemarropa (John Boorman) o la reciente Los límites del control (Jim Jarmusch), y el afligido y solitario desespero de Jason Bourne.

Se vale la película de un tono demasiado encriptado y trascendente para lo evidente de su mensaje: el silencioso tormento que padece un hombre cuyo "oficio" le obliga a no encariñarse demasiado con la gente que conoce.

Además, la "estrella", la popularidad, de Clooney brilla en exceso y obra en contra de la austeridad que requiere el personaje en cuestión... Un personaje que, seguramente, hubiera ganado bastantes enteros si hubiera sido interpretado por un actor desconocido o semiprofesional.

Con todo, El americano es un film interesante que, pese a los buenos resultados iniciales que obtuvo en el box-office, se encuentra más cerca del cine de autor europeo que de la fórmula del blockbuster.