martes, 10 de noviembre de 2009


Tras el sonido de un disparo en una casa (¿Suicidio o asesinato?), Partir se desarrolla a lo largo de un gran flashback que narra cómo una mujer, madura y de extracción burguesa, abandona a su familia para irse con el albañil catalán del que se ha enamorado (y descubrir de paso lo que es trabajar de sol a sol a cambio de 4 duros).

Sin transiciones y en apenas 85 minutos, Catherine Corsini pasa de un romance apasionado y sin química, al retrato social de un divorcio, para acabar con una inconclusa crónica negra. Es, pues, la indefinición y la insipidez lo que marca esta historia de amor.

Además, Partir, junto a Mapa de los sonidos de Tokio, es la ratificación de que Sergi López se halla mucho más cómodo en la encantadora ambigüedad moral de los personajes de Harry, un amigo que os quiere y Pintar o hacer el amor, que en su nuevo rol de seductor enamoradizo.

No hay comentarios: