jueves, 23 de julio de 2009

El chico del té: el nuevo Apu.





Pese a las unánimes alabanzas recibidas por parte de la mayoría de críticos, lo último del británico Danny Boyle (Trainspotting) es un film interesante aunque prescindible, una película que, lamentablemente, baja del 8 al 6 de forma vertiginosa durante su desarrollo.


Notable en su arranque, Slumdog Millionaire combina la serie negra con el cine de denuncia de herencia hindú (Satyajit Ray). Lo hace con resolución, valiéndose de una atractiva estructura fragmentada y de un estilo frenético de estética videoclipera.


Esta vistosa y efectiva mixtura acaba diluyéndose en su último tercio a causa de un desenlace irritantemente complaciente (happy end), una resolución radicalmente opuesta a la indudable carga trágica que la historia posee. Los créditos finales, una divertida coreografía a lo bollywood, consiguen aliviar en algo (no del todo) la sensación de decepción

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